Ante los primeros resultados de la reconversión laboral en México, Giovanni Chávez, director de Innovación, Mejora Continua y Experiencia del Cliente en Adecco México, llamó a que el upskilling y el reskilling se consoliden como prioridades estratégicas. Advirtió que, sin actualizar sus competencias o adquirir nuevas capacidades, los colaboradores corren el riesgo de quedar rezagados frente a los procesos de automatización y los cambios estructurales del mercado laboral.
A su criterio, la reconversión laboral no es únicamente una necesidad individual, sino una estrategia multisectorial que debe involucrar de manera coordinada al gobierno, las empresas, las instituciones educativas y la sociedad civil.
“La velocidad con la que la inteligencia artificial y las tecnologías emergentes están transformando los entornos laborales exige una respuesta articulada que permita a las personas adaptarse a las nuevas demandas del mercado y garantizar la competitividad del país”, señaló el directivo.
Chávez subraya que la adopción tecnológica debe ir acompañada de una transformación humana. Las organizaciones no solo necesitan invertir en sistemas de automatización o inteligencia artificial, sino también en capacitar a su talento para aprovechar estas herramientas de manera eficiente. “El éxito de la automatización no depende exclusivamente de la tecnología, sino de la capacidad de los colaboradores para integrarla en sus procesos y generar valor agregado”, afirma.
Para ello, desde el ámbito educativo es indispensable que las universidades actualicen sus planes de estudio para responder a las exigencias de la economía digital. En el sector empresarial, los programas de formación interna y las alianzas con instituciones tecnológicas pueden acelerar la adaptación del talento. Y desde el gobierno, se requieren políticas públicas que incentiven la capacitación continua, especialmente en pequeñas y medianas empresas que carecen de recursos para invertir por cuenta propia.
El upskilling, orientado a fortalecer habilidades existentes, y el reskilling, enfocado en preparar a los trabajadores para nuevos roles, son pilares que permitirán que la automatización se perciba como una oportunidad de crecimiento compartido y no como una amenaza. “Estas estrategias son esenciales para mantener la competitividad, fomentar la inclusión laboral y asegurar una transición justa hacia el futuro del trabajo. Las empresas que invierten en la formación de su talento no solo elevan su productividad, sino que también fortalecen su cultura organizacional y su capacidad de innovación”, destaca Chávez.
“El futuro del trabajo en México dependerá de la capacidad de todos los sectores para colaborar, anticiparse al cambio y colocar a las personas en el centro de la transformación tecnológica. Tenemos la oportunidad de construir un futuro laboral más digno y sostenible”, concluye.
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