Se recomienda utilizar data como un benchmark para refinar modelos de contratación, priorizando la implementación de soluciones tecnológicas que aseguren el cumplimiento normativo y la eficiencia en la gestión del alto volumen de contratos formales.
La contratación temporal se ha convertido en una estrategia medular para muchas organizaciones; sin embargo, ampliar la plantilla sin el respaldo de herramientas digitales de gestión incrementa el riesgo de errores y, especialmente, de incumplimiento normativo.
De acuerdo con Worky, la contratación de personal temporal registró un crecimiento significativo en el último trimestre, concentrado principalmente en los siguientes sectores:
Maya Dadoo, CEO de Worky, señala en un artículo que, aunque la contratación temporal no es nueva, su complejidad y los riesgos operativos han aumentado considerablemente en los últimos años por dos factores clave.
Por un lado, la regulación y la formalización: según datos de Worky, el 92% de la contratación temporal en México se realiza bajo contratos de Tiempo Determinado (70%) u Obra Determinada (23%). Tras las reformas laborales, la gestión de estos contratos exige una precisión rigurosa en documentación, firmas, vigencias, terminaciones y finiquitos, lo que hace inviable cualquier improvisación.
“La única manera de cumplir sin saturar a los equipos de Recursos Humanos es automatizar los flujos y garantizar trazabilidad completa. La gestión temporal se ha convertido en una operación altamente regulada”, apunta Dadoo.
El segundo factor crítico es el pago variable. En los esquemas temporales, gran parte del ingreso depende de elementos que cambian diariamente —asistencias, comisiones, horas extra y bonos de producción— lo que convierte la nómina en un auténtico stress test para los sistemas internos debido al alto volumen y a la variabilidad de datos. Cada trabajador temporal añade nuevas variables y cualquier error en el cálculo puede alterar montos de pago, generar retrasos —principal causa de renuncias inmediatas— e incrementar el riesgo de sanciones.
Worky concluye que la estacionalidad no solo presiona a las empresas, sino que también revela el nivel de madurez de sus áreas de Recursos Humanos. Mientras que las organizaciones con procesos manuales enfrentan sobrecargas administrativas y deterioro del clima laboral en los picos de contratación, aquellas que han migrado a modelos digitales absorben la demanda sin fricción.
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