La situación es aún más crítica para las mujeres, de las cuales 8 de cada 10 enfrentan este rezago.
En un contexto en el que más de 11 millones de jóvenes en México no tienen empleo ni acceso a educación; 6.9 millones laboran en condiciones precarias y 4.9 millones están fuera del sistema educativo y laboral, la iniciativa Coinversión por el Trabajo Digno ha transformado la vida de más de 57 mil personas con acceso a empleo formal, educación y autoempleo.
Este proyecto, posible gracias al trabajo conjunto —impulsado por Fundación Monte de Piedad, Fundación Coppel, Fomento Social Banamex y Accenture—con la reciente incorporación de EMpower en su cuarto año de operación— ha logrado resultados contundentes en apenas tres años de implementación.
Así, 26 mil 191 personas han conseguido insertarse exitosamente en el mercado laboral, de las cuales 14 mil 276 accedieron a empleos formales con todas las prestaciones de ley, mientras que 4 mil 410 desarrollaron sus propios emprendimientos a través del autoempleo. Paralelamente, 12 mil 294 participantes retomaron sus estudios, rompiendo así ciclos intergeneracionales de exclusión educativa.
El impacto económico de la iniciativa resulta igualmente significativo. Los participantes han reportado un incremento promedio del 45 por ciento en sus ingresos desde 2022, una mejora sustancial que no solo eleva su calidad de vida individual y familiar, sino que también inyecta dinamismo a la economía local y contribuye a la reducción de la desigualdad estructural que afecta al país.
Coinversión por el Trabajo Digno opera mediante un modelo innovador que canaliza financiamiento y asistencia técnica especializada a 41 organizaciones con presencia territorial y metodologías probadas. Este enfoque potencia programas existentes, permitiéndoles ofrecer formación laboral integral, atención psicoemocional personalizada, orientación vocacional estratégica y, crucialmente, vínculos efectivos con el sector productivo.
La iniciativa focaliza sus esfuerzos en jóvenes de 15 a 29 años que enfrentan condiciones de exclusión educativa y laboral, sin descuidar a otros grupos en situación de vulnerabilidad como personas con discapacidad, migrantes, refugiados y personas privadas de la libertad, reconociendo la diversidad de circunstancias que conducen a la marginación laboral.
"Impulsar el trabajo digno trasciende la simple creación de vacantes; implica proporcionar un acompañamiento integral que combina contención emocional, fortalecimiento de competencias y conexiones efectivas con el sistema productivo. Esta aproximación holística es precisamente lo que marca la diferencia, como lo evidencian tanto nuestros indicadores cuantitativos como las transformadoras historias de vida de miles de participantes", explicó Vanessa González Deister, directora de Fomento Social Banamex.
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