Con el bajo acceso que las mujeres tienen a trabajos remunerados, muy por debajo del promedio mundial, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), sugirió al sector privado implementar cinco acciones para acotar la brecha de género laboral.

1. Transparentar datos con perspectiva de género. A partir de ello es posible crear planes de desarrollo que se adecúen a las necesidades de mujeres y hombres y así mejorar sus condiciones laborales. Participar en plataformas e iniciativas de transparencia de datos puede ayudar a replicar mejores prácticas de equidad en el sector privado.

2. Realizar autodiagnósticos para medir brechas de género. Los autodiagnósticos son una herramienta útil para las organizaciones con el objetivo de identificar las barreras que enfrentan las mujeres para crecer en los distintos niveles jerárquicos y las áreas de oportunidad donde pueden incidir. Al realizarlos, es necesario tomar en cuenta aspectos como la selección y el reclutamiento del personal, los tabuladores de sueldos, la representación femenina en puestos de toma de decisiones, las políticas de vida-trabajo y el ambiente laboral.

3. Impulsar políticas de integración vida-trabajo. Las políticas que permiten un balance entre las responsabilidades laborales y del hogar son necesarias para mejorar la calidad de vida de las trabajadoras. El sector en el que opera la empresa y las características específicas del negocio deben ser tomados en cuenta, pero no todas implican un costo elevado, e incluso pueden eficientar costos y crear una mejor cultura de trabajo, por ejemplo:

• Incorporación de un esquema de trabajo híbrido (semipresencial o virtual).
• Promover horarios flexibles.
• Garantizar las licencias parentales.
• Incorporar apoyos para servicios de cuidados y de lactancia.

4. Ampliar permisos de paternidad. Es necesario que las empresas promuevan que los trabajadores aprovechen el permiso de paternidad al que tienen derecho según lo establece la Ley Federal del Trabajo: cinco días con goce de sueldo. Las organizaciones podrían ampliar este beneficio. Visibilizar, mejorar y replicar estas prácticas puede servir como referente para otras empresas con el objetivo de mejorar las condiciones laborales de su plantilla y fomentar una corresponsabilidad en las labores de cuidado y crianza.

5. Promover la certificación de igualdad laboral. La Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación (NMX-025) es un esfuerzo voluntario para impulsar políticas con perspectiva de género y no discriminación en las empresas. Incorporar prácticas como promover la igualdad salarial, reducir sesgos en el reclutamiento y atender la violencia salarial se traducen en un mejor ambiente laboral y mayor productividad.

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