Una de las situaciones que frenan el potencial económico de México y de sus empresas, sin duda, es el bajo acceso que las mujeres tienen a trabajos remunerados, toda vez que únicamente cuatro de cada 10 mujeres tienen o están en búsqueda de un empleo pagado, informó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

“Esta proporción de participación femenina en el mercado laboral está por debajo del promedio mundial y de la región latinoamericana, y pese a los avances para sumar a más mujeres a la economía, los cambios son lentos”, abundó el centro de investigación apartidista.

Ante este panorama, recomendó la implementación de 10 acciones en pro de un país más incluyente y por ende, más competitivo. En materia de gobierno, mencionó cinco políticas:

1. Crear un sistema nacional de cuidados asequible y de calidad a través de un Sistema Nacional de Cuidados.
2. Fomentar la corresponsabilidad en los hogares. Es necesario que los permisos de paternidad se parezcan cada vez más a las licencias de maternidad; que sean obligatorios, intransferibles, mayor a los cinco días que otorga la Ley Federal de Trabajo y que estos sean financiados por el Estado a través de los esquemas de seguridad social. Algunos gobiernos locales como Nuevo León y Quintana Roo ofrecen permisos de paternidad de 60 días para sus funcionarios.
3. Promover alternativas de educación flexibles para mujeres. Una mayor escolaridad aumenta la probabilidad de que ellas accedan a empleos formales y con mayores ingresos. Impulsar alternativas de educación más cortas y flexibles como la formación dual en el bachillerato o las carreras técnicas, para que más mujeres adquieran las habilidades que el mercado laboral demanda.
4. Generar información con perspectiva de género. Los datos con perspectiva de género son fundamentales para identificar y atender las necesidades diferenciadas que tienen mujeres y hombres. Sin embargo, los datos no se limitan a la desagregación por sexo. Algunas mediciones que resultarían de gran utilidad son:

• Número de papás en México.
• Población beneficiaria de servicios de cuidados, específicamente mujeres, niñas, niños y adultos mayores.
• Número de servidores y servidoras públicas por institución, tipo de puesto y nivel de ingreso.

• 5. Medir y visibilizar las brechas de género de las instituciones federales. La generación de información a través de autodiagnósticos en las instituciones públicas permite medir, evaluar y monitorear las brechas de género, así como identificar las desigualdades y principales barreras que enfrentan las mujeres. Esta información es fundamental para diseñar políticas basadas en evidencia que impulsen su crecimiento dentro de la administración pública. Un ejemplo de este tipo de herramientas son los registros de nómina.

*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en TWITTER y a suscribirte a nuestra NEWSLETTER DIARIA.

RRHHDigital