La gamificación, concepto que se refiere a la incorporación de dinámicas y elementos propios de los juegos en contextos no lúdicos, ha llegado para transformar la manera en que se atrae, gestiona y fideliza al talento en las organizaciones modernas.
Es así que, de acuerdo con un sondeo de Pandapé, en México el 46 por ciento de las organizaciones aplican alguna estrategia de ludificación en sus procesos de selección y gestión de candidatos, mientras que el 19 por ciento de las empresas que aún no lo hace, pero lo hará en el futuro.
Para Ivonne López, Brand & Communications de Pandapé, existen muchas formas en que se puede integrar la ludificación en la estrategia de RRHH. Por ejemplo, en los procesos de selección, el uso de simulaciones o retos interactivos permite evaluar no solo las habilidades técnicas de los postulantes, sino también su capacidad para resolver problemas y su comportamiento bajo presión.
“Estas pruebas proporcionan una visión más profunda de sus competencias, lo que ayuda a seleccionar al mejor talento”, abundó.
En la gestión cotidiana, el modelo del juego es una excelente opción para fomentar la mejora continua de los integrantes del equipo. A través de desafíos específicos se puede incentivar el desarrollo de nuevas habilidades, el trabajo colaborativo y la participación activa en proyectos específicos. Además, esta metodología permite crear programas de formación más dinámicos, haciendo que el aprendizaje sea una experiencia envolvente y motivadora.
La ludificación ofrece múltiples ventajas: En primer lugar, se ha demostrado que genera un entorno de trabajo más dinámico al transformar las tareas diarias en retos estimulantes. Esto permite romper con la rutina, lo que contribuye a mejorar el ánimo y la motivación de los colaboradores. Asimismo, las dinámicas de juego fomentan la competitividad sana, lo que incentiva a los integrantes del equipo a superarse constantemente y alcanzar nuevas metas.
Un ejemplo de su efectividad se puede observar en diversas compañías que han diseñado apps en las que los candidatos deben completar tareas específicas en un tiempo limitado, como en un videojuego. Este modelo no solo evalúa la habilidad para seguir instrucciones, sino también la agilidad y la creatividad de los aspirantes.
Otro beneficio significativo es que al participar activamente en actividades formativas basadas en juegos, los trabajadores asimilan la información de manera más efectiva. Esta metodología también refuerza su confianza, lo que mejora su rendimiento global y les da mayor seguridad para realizar sus tareas en el día a día.
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