Aunque México se posiciona entre los países con mayor adopción de inteligencia artificial como usuarios, la inversión en educación y capacitación empresarial en esta tecnología sigue siendo considerablemente baja. En comparación con Estados Unidos o Canadá, México destina menos del 10 por ciento en estos rubros.

Así lo apunta Yuridia de Leija, Directora de Expansión en Xira, quien subraya la urgencia de impulsar no solo nuevas carreras enfocadas en Inteligencia Artificial, sino también la transformación de perfiles existentes dentro de las organizaciones hacia perfiles híbridos.

“No se trata de hacer un doctorado en ciencia de datos, sino de resolver problemas reales: automatizar la lectura de contratos, mejorar la atención al cliente y optimizar las ventas”, explica en entrevista.

De Leija plantea tres acciones concretas:

1. Detectar los casos de uso específicos donde la IA puede generar valor inmediato.
2. Capacitar al talento actual mediante diplomados o entrenamientos cortos.
3. Establecer alianzas con universidades para cerrar la brecha entre la oferta académica y la demanda laboral.

A su juicio, las empresas deben apostar por perfiles híbridos, es decir, profesionales que dominen su área —ya sea psicología, finanzas o recursos humanos— y que además sepan aplicar herramientas de inteligencia artificial para mejorar sus resultados. “Ya no basta con tener una especialidad técnica o administrativa; ahora también se necesita saber analizar datos, entrenar modelos y aplicar la IA en casos concretos”, sostiene.

La experta destaca que el verdadero valor está en usar la tecnología con un enfoque estratégico: “Esta ola llegó para quedarse, y está acelerándose. Necesitamos perfiles que sepan utilizar la IA de forma inteligente para enfocarse en lo verdaderamente importante”.

Un ejemplo concreto, menciona, sería un psicólogo capaz de diseñar cómo debe sonar un agente de IA para generar empatía con el cliente. “La clave está en automatizar lo operativo, para enfocarnos en lo que realmente necesita contacto humano”.

Respecto a las habilidades blandas necesarias en este nuevo contexto, De Leija es enfática: “La IA no viene a reemplazar nuestra humanidad. Viene a liberarnos de tareas repetitivas para que podamos ser más humanos. Soft skills como la empatía, la comunicación, el pensamiento crítico, la ética y la sensibilidad social seguirán siendo diferenciadores clave”.

Al abordar el temor de los colaboradores frente al avance de esta tecnología, la especialista lo resume: “El riesgo está, pero sólo para quienes no incorporan la IA en su trabajo. No importa si eres abogado, financiero o trabajas en atención al cliente: si usas la IA para hacer tu trabajo más rápido y con mayor impacto, tu valor se incrementa. Pero si te resistes, puedes quedarte atrás”.

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