La tendencia de cambiar de empleo cada uno o dos años se ha convertido en un fenómeno relevante para las empresas. De acuerdo con un estudio de Indeed, el 15 por ciento de los empleadores reporta que más de la mitad de sus colaboradores renuncia antes de cumplir dos años en el puesto, mientras que el 27 por ciento afirma que entre el 30 por ciento y 40 por ciento de su personal hace lo mismo.

Ante este escenario, la clave es distinguir si realmente es momento de buscar un nuevo empleo o si solo es necesario hacer una pausa y replantear el crecimiento dentro del trabajo actual. Algunas señales pueden ayudarte a identificar la diferencia:

• Cansancio por largas jornadas: trabajar horas extra de forma ocasional es normal, pero si la carga laboral te deja exhausto y mentalmente saturado, puede ser una señal de que el rol está exigiendo más energía de la que puedes sostener.
• Pérdida de confianza: la retroalimentación constructiva impulsa el desarrollo. Sin embargo, si los comentarios dañan tu autoestima o entran en conflicto con tus valores, quizá el entorno no es el adecuado.
• Curiosidad por otra carrera: sentir interés por otras áreas o funciones es válido. Investiga a fondo esos roles y conversa con tu líder para explorar colaboraciones internas que te permitan probar nuevas responsabilidades.
• Falta de interés: dedicamos gran parte de nuestra vida al trabajo, por lo que es fundamental sentir entusiasmo y conexión con lo que hacemos. Si ese impulso desaparece, es momento de reevaluar la situación.
• Ausencia de desafíos o creatividad: quienes buscan retos constantes pueden perder motivación en roles rutinarios. En estos casos, conviene explorar posiciones que impliquen mayor complejidad y creatividad. 

“Cambiar de carrera o empezar desde cero no es algo negativo, siempre que se haga con reflexión y planificación. Si la idea de realizar una actividad o acudir a la oficina genera más estrés que el trabajo en sí, es necesario evaluar la situación. Lo importante es tener un camino claro y mantener la honestidad con el equipo, que muchas veces puede apoyar el desarrollo de nuevas habilidades dentro de la misma empresa”, señala Nelson Gómez, director de Indeed México.

Por su parte, las empresas también tienen un rol clave: deben escuchar a sus empleados, identificar señales de desmotivación o fatiga y brindar apoyo para impulsar su desarrollo. Esto puede lograrse asignando nuevas responsabilidades, facilitando la colaboración con otras áreas o implementando programas de capacitación continua.

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