De acuerdo con Codifin, el desafío para México no radica únicamente en aumentar el número de ingenieros formados, sino en desarrollar talento con pensamiento crítico, capacidad de innovación y dominio de metodologías ágiles y lenguajes de programación emergentes.

Para lograrlo, resulta fundamental tender puentes entre la formación local y las necesidades del mercado internacional, un paso clave para que las empresas mexicanas accedan a profesionales capaces de competir en entornos globales.

Sin embargo, solo unos 300 mil perfiles cumplen actualmente con los estándares internacionales de tecnología de la información (TI), según un análisis de Codifin, startup especializada en la formación y gestión de equipos tecnológicos para proyectos especializados.

Convertir esos 300 mil perfiles de clase mundial en millones no solo representa una meta estratégica, sino una condición indispensable para que México mantenga su liderazgo como motor de la transformación digital en América Latina. El país se ha consolidado como un actor clave en la industria tecnológica regional, con más de medio millón de ingenieros y alrededor de 130 mil egresados anuales en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

“México tiene el talento, pero falta transformar el potencial en especialización”, afirma Pablo Fajer, director general de Codifin.

La escasez de profesionales con certificaciones internacionales y experiencia en metodologías ágiles limita la capacidad del país para competir en igualdad de condiciones con otros hubs tecnológicos globales.

De acuerdo con el Foro Económico Mundial, América Latina enfrenta una creciente demanda de especialistas en inteligencia artificial, ciberseguridad y computación en la nube. En este contexto, México —por su proximidad geográfica y afinidad cultural con Estados Unidos— se perfila como una opción estratégica para las empresas que buscan talento altamente calificado.

No obstante, Codifin advierte que la falta de perfiles con experiencia global, certificaciones internacionales y habilidades avanzadas en liderazgo digital frena la atracción de inversión extranjera y dificulta que el país se consolide como un proveedor estratégico de talento especializado.

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