En un contexto en el que sólo cuatro de cada 10 egresados trabajan en algo relacionado con su carrera en México, tanto universidades como empresas tienen una responsabilidad compartida; faltan puentes sólidos entre la academia y el sector productivo, estimó Emilio Beteta, Director de crecimiento y Estrategia de Codifin.
“Las universidades necesitan tener una vinculación fuerte con el sector productivo. El 60 por ciento de los empleadores considera que los interesados no están bien preparados para el mundo laboral, y eso se debe, en gran medida, a una débil comunicación sobre lo que realmente se necesita en el mercado: lenguajes de programación, habilidades técnicas, capacidades blandas”, indicó.
Las empresas, señaló en entrevista, deben apostar por programas de talento joven —como prácticas profesionales pagadas o esquemas de formación técnica—, ya que representan una vía efectiva para que los estudiantes adquieran experiencia y se adapten a entornos laborales reales.
Asimismo, subrayó la importancia de que el gobierno impulse modelos como la educación dual, en los que se combine la formación académica con la experiencia práctica. “Un buen ejemplo es el programa Jóvenes Construyendo el Futuro. Iniciativas así permiten conectar mejor a los jóvenes con el empleo”, apuntó.
Consultado sobre las habilidades necesarias para ingresar a sectores de alta demanda como inteligencia artificial, ciberseguridad, análisis de datos o desarrollo de software, Beteta recomendó observar las tendencias de inversión en México.
“Muchas de las nuevas vacantes en tecnología están ligadas a servicios en la nube, centros de datos y digitalización. Entre el 35 y el 40 por ciento de las vacantes tech ya requieren habilidades específicas en plataformas como Amazon Web Services, Google Cloud o Microsoft Azure.
“También es importante comprender los fundamentos de ciberseguridad y dominar al menos un lenguaje de programación como Python, JavaScript o SQL. Estas habilidades no solo permiten iniciarse en el desarrollo de software, sino también son esenciales para el análisis de datos y otras funciones técnicas”, puntualizó.
Desde su rol como directivo en Codifin —agencia mexicana de recursos humanos especializada en profesionales tecnológicos—, Beteta destacó a los semilleros de talento como mecanismos clave para que jóvenes sin experiencia accedan a industrias como tecnología, ventas o negocios.
“Primero, los semilleros de talento que impulsan muchas empresas en sectores como banca, retail o software. También están los bootcamps gratuitos, algunos de los cuales solo cobran cuando consigues empleo. Además, tenemos acceso a una cantidad enorme de recursos en línea para aprender de forma autodidacta”.
Asimismo, subrayó la relevancia de participar en comunidades como Data Latam o Women Who Code, que fomentan la inclusión y el aprendizaje continuo. “Participar en redes como estas puede marcar la diferencia a la hora de desarrollar habilidades y conectar con oportunidades”, concluyó.
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