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Potestas para la felicidad organizacional

La potestas se trata de un recurso abundante: las organizaciones están repletas de presuntos líderes, directivos y figuras afines que ocupan posiciones orgánicas con amplias atribuciones funcionales, extensos ámbitos decisionales y generosas dosis de poder formal. Por eso, se relaciona estrictamente con el liderazgo formal.

POR Jorge G. García de Ridruejo, 15:00 - 17 de Abril del 2022
Potestas para la felicidad organizacional

(Segunda Conjugación / Recurso / Neutra).

Con acordes de Pancho Varona y desde 1990, Joaquín Sabina nos viene cantando Pobre Cristina en la segunda pista de sus Mentiras Piadosas, en la que nos cuenta que "era tan pobre que no tenía más que dinero".

Tomando prestada la idea, hay líderes tan pobres que no tienen más que poder. Y es que, como antecedente de la Antigua Roma de la noción actual de PODER, la potestas es un requisito deseable, aunque no necesario, ni suficiente, para promover y gestionar la felicidad organizacional.

Junto con la DIGNITAS y la AUCTORITAS, es uno de los tres ejes en que se estructura un liderazgo capaz de generar empleados felices: aquél que, desde el necesario equilibrio entre potestas y auctoritas, se erige sobre la dignitas del líder.

La potestas se trata de un recurso abundante: las organizaciones están repletas de presuntos líderes, directivos y figuras afines que ocupan posiciones orgánicas con amplias atribuciones funcionales, extensos ámbitos decisionales y generosas dosis de poder formal. Por eso, se relaciona estrictamente con el liderazgo formal.

Explican los historiadores que un día de enero de 1924, después de sufrir su tercer ictus y a las puertas de la muerte, Lenin le dijo a Stalin, en ese momento su delfín: «¡Ojalá, camarada, te sigan a ti como me han seguido a mí!». Casi de inmediato, Stalin le contestó: «No te preocupes camarada, que si no me siguen a mí, enseguida te seguirán a ti».

De la noción de potestas destacan tres aspectos:

1) Lógica TOP-DOWN. Con o sin auctoritas, la potestas se otorga desde la organización por el mero hecho de ocupar cierta posición orgánica. Mientras más elevada sea esta posición en la jerarquía corporativa, mayor será la amplitud de la potestas. La potestas va con el cargo y, a diferencia de la auctoritas, se dibuja en un organigrama; son los galones del uniforme corporativo y acostumbra a mostrarse en los metros cuadrados del despacho asignado. A diferencia de la política, en la que cuando gobierna un anormal acostumbra a ser porque sus votantes están muy bien representados, en las organizaciones, la potestas no siempre está distribuida con arreglo a criterios meritocráticos, ni democráticos.

2) VALENCIA NEUTRA. La potestas tiene un significado neutro: no es buena, ni mala; depende de cómo se utilice. Dado que se basa en el poder posicional, es un recurso necesario porque permite ejecutar decisiones. Pero una cosa es hacer hacer desde una valencia obligatoria (y por tanto, negativa) basada en una dualidad ordenar vs. obedecer; y otra muy distinta, hacer hacer desde una valencia voluntaria (y por tanto, positiva) basada en una dualidad seducir vs. comprometer.

3) NO LEGITIMIDAD. Por sí misma, la potestas no atribuye legitimidad ante terceros. Tener potestas y no gestionarla adecuadamente garantiza la oportunidad de conspirar, pero no de inspirar; la seguridad de no ser rechazado abiertamente, pero no de atraer. Abusar de la potestas infunde pleitesía y sumisión, pero no respeto, ni admiración; llegado el caso, permite vencer, pero no convencer; genera miedo, pero no confianza; monólogos, pero no diálogos; obediencia, pero no compromiso. La potestas se alimenta de la coacción, pero no del prestigio, ni de la reputación.

Ejemplo POSITIVO: El equipo de vicepresidentes había debatido y deliberado lo suficiente durante toda la mañana, pero no logró alcanzar un acuerdo. Dadas las circunstancias, el presidente, zanjó el asunto porque era la única persona que podía hacerlo con su voto de calidad. Después de escuchar y analizar las argumentaciones, tomó una decisión, la explicó y resolvió las dudas que suscitó.

Ejemplo NEGATIVO: "¿Por qué lo hizo?/ Era lo único que podía hacer. / No, hubiera podido obedecerme. / Hubiera podido, pero no lo hice. / Pues hubiera sido mejor para usted, eso lo sabe. ¡No lo entiendo! ¿Por qué no me obedeció? / Es que obedecer por obedecer, así, sin pensarlo, eso solo lo hacen gentes como usted, capitán" (El Laberinto del Fauno, Guillermo del Toro, 2006).

PreguntaS poderosaS: Tus colaboradores, ¿te temen o te tienen miedo?

DEFINICIÓN RAE. [PODER]. Dominio, imperio, facultad y jurisdicción que alguien tiene para mandar o ejecutar algo.

ver también: AUCTORITAS, DIGNITAS, LIDERAZGO, LIDERAZGO FORMAL.

 

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