Aunque la inflación anual ha mostrado signos de desaceleración —al ubicarse en 3.49 por ciento en la primera quincena de agosto de 2025, según datos del INEGI—, la percepción de aumentos en los precios persiste entre la población trabajadora. De acuerdo con un sondeo de Up Sí Vale, el 96 por ciento de los trabajadores mexicanos ha notado incrementos en alimentos y transporte, y 34 por ciento gasta más de $150 diarios en estos rubros.
Este contexto económico ha incrementado la demanda de apoyos estratégicos, que resultan decisivos para la permanencia del 42 por ciento de los trabajadores en sus empleos, según el estudio.
Para enfrentar estos aumentos, muchos trabajadores han modificado sus hábitos de consumo:
Pese a que la mayoría recibe algún tipo de prestación, aún existe margen para fortalecer su alcance, especialmente en materia de movilidad. Actualmente, el 48 por ciento utiliza transporte público y el 40 por ciento vehículo propio, pero solo el 9.0 por ciento recibe algún apoyo para transporte, lo que evidencia una oportunidad para ampliar esquemas como vales de gasolina, que faciliten los traslados diarios y mejoren su calidad de vida.
En el caso de esquemas híbridos, esta necesidad es aún más evidente: el 68 por ciento de los trabajadores considera que los vales de gasolina mejorarían significativamente sus actividades laborales diarias.
“Este estudio muestra que las herramientas adicionales del trabajo han pasado de ser un simple beneficio a convertirse en un elemento estratégico clave para la estabilidad económica y la retención de talento. Los vales de despensa son importantes, pero en temas de movilidad las empresas también pueden generar un impacto real, aligerando la carga diaria y fortaleciendo el vínculo con sus colaboradores”, explicó Pablo Menchaca, Chief People Officer de Up Sí Vale.
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