Existe una brecha en el balance anímico entre hombres y mujeres. En ese sentido, el nivel promedio de los hombres es de 8.6 puntos, un poco mayor que el de las mujeres, de 8.3 puntos: INEGI.
Vivir con estrés o con ansiedad no es normal, y la tranquilidad mental es parte del bienestar integral; sin embargo, del total de colaboradores en México, 57 por ciento son mujeres; de ellas 52 por ciento padece ansiedad, 14 por ciento depresión y 9.0 por ciento sufre burnout.
Datos de Cuéntame, plataforma que identifica y previene riesgos psicosociales revelan que, por primera vez, 76 por ciento de estas mujeres tienen acceso a una herramienta de salud mental.
Además, en México, hay 2.3 decesos por cada 100 mil mujeres, por suicidio al año, según el INEGI; y precisamente entre los factores de riesgo se encuentran algunos problemas relacionados con la salud mental, como: depresión, ansiedad y otros trastornos.
Ante este panorama, el cofundador de Cuéntame, Fernando Chávez, destacó la necesidad de realizar acciones, a partir de la prevención, para mejorar el bienestar psicológico, la calidad de vida, y por ende la felicidad, pues las personas deben estar conscientes que cuidar la salud mental es parte de su atención general y es importante tener un cuerpo y mente saludables.
De acuerdo con la OMS, cada dólar invertido en tratamientos para la depresión y ansiedad rinde hasta 400 por ciento, es decir, tiene un impacto de 4 dólares por cada dólar que se invierte en la mejora de la salud y la capacidad laboral.
Cabe señalar que el contenido más consultado por las mujeres en la plataforma de Cuéntame es el relacionado con: estrés 49 por ciento, meditación 11 por ciento, equilibrio 10 por ciento, inteligencia emocional 6.0 por ciento y motivación 4.0 por ciento, lo que muestra la importancia de contar con los recursos adecuados.
Chávez explicó que para 7 de cada 10 usuarios de la plataforma es la primera vez que acceden a una solución de salud mental, es decir, sin las acciones implementadas por Cuéntame y las organizaciones donde colaboran, no habrían tenido acceso a este tipo de herramientas, las cuales buscan reducir el impacto ocasionado por afecciones como la ansiedad, la depresión y el estrés, aumentar el engagement en los lugares de trabajo e impulsar una cultura de bienestar que inspire y motive a las personas, al cuidar de ellos y sus familias.
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