La falta de previsión financiera puede comprometer la estabilidad económica del talento clave, incrementar la rotación en posiciones estratégicas y generar presiones adicionales en los esquemas de compensación de largo plazo. Ante este escenario, los instrumentos de ahorro para el retiro han adquirido un papel cada vez más relevante dentro de la planeación de beneficios que las organizaciones ofrecen a su capital humano.

De acuerdo con Eikos, grupo asesor en administración de riesgos, los incentivos fiscales contemplados en la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR) representan una herramienta eficiente para consolidar el ahorro de largo plazo y, al mismo tiempo, optimizar la estrategia fiscal anual de las personas contribuyentes.

Remigio Noriega Rocha, Subdirector de Desarrollo de Nuevo Negocio en Eikos, subrayó que estos mecanismos continúan siendo subutilizados, a pesar de su alto potencial.

“El sistema fiscal mexicano ofrece incentivos reales, no simbólicos. El Artículo 151, por ejemplo, permite deducir hasta cinco UMAs anuales —actualmente más de 206 mil pesos— cuando se destinan al ahorro para el retiro. Para una persona con ingresos anuales de 400 mil pesos, esto puede traducirse en un ahorro fiscal inmediato superior a los 12 mil pesos”, explicó.

Estos beneficios se complementan con el Artículo 185, dirigido a quienes cuentan con una estrategia fiscal más robusta, y el Artículo 93, que brinda mayor flexibilidad a personas que no presentan declaración anual. En conjunto, estos instrumentos permiten transformar parte de la carga impositiva en capital propio, fortaleciendo el patrimonio personal y la estabilidad financiera de las y los colaboradores.

En este contexto, Eikos recomienda evaluar planes integrales de ahorro de largo plazo que consideren inversión diversificada en distintos instrumentos y mercados, aprovechando los beneficios fiscales previstos en los artículos 93, 151 y 185 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), según el perfil de cada contribuyente.

“El objetivo es que las personas conozcan y utilicen los mecanismos disponibles para incrementar su pensión y superar el límite del 30% del último salario. Resulta preocupante que la mayoría de los trabajadores aún no esté aprovechando estas estrategias ni tomando acciones concretas para asegurar un futuro financiero sólido”, concluyó Remigio Noriega.

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