No estamos en una era de cambios, sino en un cambio de era caracterizado por la digitalización de prácticamente todo lo que nos rodea.
El nuevo entorno nos invita a nuevos desafíos, oportunidades de conectar los recursos con quienes hacen uso de ellos, de vincular la tecnología como driver, de ser digital-mente efectivo poniendo foco en mente y accionando en digital “digital-mente”.
Las organizaciones deben lograr rentabilidad para seguir siendo una oferta de valor al mercado, esta oferta debe ser ofrecida en gran medida a través de la tecnología, y gestionada por su mayor capital, el capital humano. ¿Entonces cómo ser “digitalmente” efectivo? conectando el capital humano con los recursos, estos pilares para una transformación digital efectiva son cuatro: mentalidad, personas, procesos y herramientas.
Mentalidad, esencial para brindar sustentabilidad, brinda el “para qué” haremos lo que haremos, se involucra al capital humano al propósito, y la felicidad organizacional es esencial para tener el contexto adecuado para anclar este propósito.
Personas, es el capital necesario para capitalizar la mentalidad, brinda el “quien” sin personas no hay organización y sin personas que comprendan el “para que” (mentalidad) no habrá resultados efectivos que puedan sostenerse en el tiempo.
Procesos, brinda el “cómo” haremos lo que haremos, conectando el para qué y el quien, de esta manera se ejecutan las acciones, iterando, optimizando, iterando y midiendo (metodologías ágiles).
Herramientas, la tecnología en sí misma es el “con que” llevaremos adelante la estrategia es la parte visible apalancada en los elementos anteriores.
Un proceso efectivo de transformación debe ejecutarse en ese orden, en muchos casos el orden es inverso poniendo foco en la herramienta, y por último en las personas.
La tecnología es un facilitador para acercar la propuesta de valor al público objetivo, la felicidad y bienestar organizacional es la cultura de lo posible para hacer lo posible, brindando un retorno de la inversión efectivo en la combinación de personas y recursos en ese orden.
En un mundo cada vez más hiperconectado, es vital lograr vínculo con un enfoque centrado en las personas y esto es posible a través de una estrategia de bienestar organizacional, con personas que desde la suma de lo individual multipliquen lo colectivo.
En definitiva, contemplar felicidad organizacional con una estrategia de transformación digital, es poner al alcance de las personas la oferta de valor, ya que en definitiva se trata de personas conectando con personas.
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