Sin embargo, también ha habido reacciones en contra del uso de esta aplicación en las aulas.
La aparición del sistema de inteligencia artificial (IA) ChatGPT plantea un escenario en el que incluso podría sustituir a los buscadores tradicionales a mediano plazo, y también podría iniciar un cambio significativo en el modelo educativo actual si se integrara de la forma adecuada en el sistema.
En opinión de Guillem Garcia Brustenga, Especialista en tendencias educativas del eLearning Innovation Center (eLinC) de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), el uso de ChatGPT tendrá un impacto en la educación, ya que obligará a revisar prácticas anticuadas, como la idea de que la inteligencia y el conocimiento de una persona están determinados por la cantidad de información que conozca.
"Eso pierde validez cuando puede delegarse el almacenamiento y acceso a la información a la máquina. ChatGPT forzará un cambio en la forma en que se aprende y en el momento de hacerlo, pero sobre todo en lo esencial y poco discutido: en lo que se aprende", añadió.
En cuanto a su utilidad para el profesorado, Nati Cabrera Lanzo, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC y directora del máster universitario de Evaluación y Gestión de la Calidad en la Educación Superior, es crucial saber cómo interactuar con GPT y tener en cuenta sus limitaciones, que son muchas.
Por eso insiste en que en todos los casos, al menos en estos momentos, es necesaria la supervisión humana para asegurarse de que el resultado se ajusta al objetivo no solamente en cuanto al contenido, sino también al tono que quiere usarse.
Para Desirée Gómez Cardosa la polémica ha surgido porque las IA generativas son avances tecnológicos basados en la inteligencia artificial que imitan el proceso de pensamiento humano para la resolución de situaciones.
"La irrupción de esta mímesis tecnológica nos empuja, en primera instancia, al abismo de creer que somos criaturas obsoletas y reemplazables. En el ámbito educativo, además, se suma la preocupación por implantar una buena base de conocimiento en el estudiantado y evitar el fraude académico", dijo.
Por su parte, Robert Clarisó señaló que el error más común de ChatGPT es lo que se llama "alucinación": incorporar información a una respuesta que sea totalmente inventada. Por ejemplo, si le pedimos que escriba la biografía de una persona desconocida, ChatGPT no nos dirá que no puede hacerlo por no disponer de información. En su lugar, inventará una serie de datos biográficos para preparar su respuesta.
"Lo importante es ver si con esta nueva herramienta podemos proponer experiencias educativas de aprendizaje que sean verdaderamente retadoras, significativas, situadas…, que son las características que aumentan el aprendizaje del estudiantado. Pero siempre teniendo claro que la herramienta más importante en estos procesos continuará siendo el razonamiento humano, crítico, fundamentado, y que la interacción entre individuos, el diálogo, la oralidad, sea presencial o virtual, para llegar al conocimiento siguen siendo estrategias que son tan válidas como necesarias", afirmó Nati Cabrera.
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