El mayor acierto de las organizaciones es cumplir con la normatividad y adoptar una cultura de prevención. Esto implica implementar programas sólidos de salud y seguridad ocupacional que protejan al personal y garanticen la continuidad operativa, señaló Julián Dolores Hernández, Director General de Grupo CICADEHP, firma mexicana especializada en cumplimiento normativo laboral, seguridad, higiene y protección civil.

Recordó que tanto el IMSS como la STPS ofrecen herramientas, capacitación y programas voluntarios que permiten a las empresas acreditarse y evitar inspecciones durante dos años.

Entre estas iniciativas, destacó la Norma 030 (NOM-030-STPS-2009 sobre los servicios preventivos de seguridad y salud en el trabajo), la cual obliga a realizar diagnósticos preventivos para evaluar el nivel de cumplimiento en función de los procesos, maquinaria, productos y tamaño de la empresa. Con ello se identifican áreas de oportunidad y se desarrolla un programa preventivo objetivo y funcional.

Sobre las prácticas de prevención con mayor impacto, Hernández subrayó que cuando una persona técnica calificada sufre un accidente, una máquina clave en el proceso productivo se detiene, generando costos muy elevados. “A ello se suman sanciones, incrementos en cuotas patronales e infracciones que pueden elevarse considerablemente si la empresa no tomó medidas preventivas. Un deceso en una planta implica consecuencias económicas y legales muy altas para la organización”, afirmó.

Respecto al nuevo sistema SIQAL —plataforma donde personas trabajadoras, sindicatos y ciudadanía pueden presentar denuncias o reportar accidentes de manera ágil, anónima y segura— explicó que permite recibir quejas sobre incumplimientos laborales y darles seguimiento en tiempo real. “Una vez recibida la denuncia, la autoridad actúa de inmediato y puede emitir órdenes de inspección extraordinarias. Cuando una empresa es denunciada, prácticamente en automático llega la verificación; no hay forma de evadirla”.

Hernández concluyó que la prevención no solo reduce accidentes, sino que mejora la productividad y fortalece la cultura organizacional. “Cuando una empresa actúa de forma voluntaria y preventiva, todo fluye mejor: la gente está más contenta y los accidentes disminuyen casi por completo”, afirmó.

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