Los ecosistemas de salud digital —que combinan telemedicina, aplicaciones de bienestar, monitoreo remoto y analítica de datos— se han consolidado como la alternativa más eficaz y escalable para las empresas. Estas soluciones facilitan el acceso a la atención médica, reducen costos y promueven una cultura de prevención.
El estudio Salud Digital en el Trabajo: Hacia un Bienestar Integral, desarrollado por la plataforma especializada en soluciones digitales de salud DOC24, revela los resultados que obtienen las organizaciones que adoptan este tipo de servicios:
El Foro Económico Mundial calcula que, gracias a estos beneficios, el retorno de inversión (ROI) puede alcanzar una proporción de 3 a 1, impulsado principalmente por la disminución del ausentismo y el ahorro en gastos de salud.
Uno de los hallazgos más relevantes es el peso de la salud mental en la adopción de soluciones digitales. Mientras 47 por ciento de los colaboradores considera útiles los exámenes de bienestar emocional, apenas 23 por ciento los recibe de su empresa, lo que evidencia una brecha que las organizaciones aún deben cerrar.
Aun con sus ventajas visibles, la expansión de la salud digital en México tropieza con un obstáculo fundamental: la ausencia de un marco regulatorio integral. Hoy la práctica se rige por una “regulación de parches” que genera vacíos e incertidumbre jurídica.
En este marco, Pablo Utrera, CEO de DOC24, se pronunció por crear un entorno propicio para la inversión y la innovación en el sector health-tech. “Esta transformación tecnológica debe ir acompañada de un marco ético y regulatorio actualizado, que garantice el uso seguro, equitativo y transparente de las nuevas herramientas”, concluyó.
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