La clave para minimizar efectos negativos radica en una implementación gradual, incentivos para la productividad y apoyo estatal para las empresas más vulnerables: Instituto Adecco.
El costo laboral derivado de la reducción de la jornada laboral en México podría incrementarse entre un 22 por ciento y un 38 por ciento, dependiendo del modelo de adaptación adoptado por cada empresa. Así lo revela el Estudio sobre la Reducción de la Jornada Laboral, elaborado por el Instituto Adecco México, el cual advierte que los efectos variarán según el tamaño y sector de las organizaciones.
Francisco Martínez Domene, CEO de Grupo Adecco y Presidente del Instituto Adecco: “la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas en México, es una iniciativa con un enorme potencial para mejorar la calidad de vida de millones de trabajadores y representa una oportunidad histórica para modernizar el mercado laboral mexicano, pero su éxito requerirá visión estratégica, acuerdos entre todos, compromiso multisectorial y una ejecución cuidadosa y minuciosa que garantice beneficios reales para los trabajadores, empresas y economía del país”.
El informe plantea distintos escenarios para analizar cómo las compañías podrían ajustarse a la nueva normativa:
Escenario 1: Pago de horas extras. Las empresas mantendrían sus niveles actuales de producción, reduciendo la jornada regular a 40 horas semanales y compensando las 8 horas restantes con tiempo extra. Dado que las horas extraordinarias deben pagarse con un recargo —usualmente al doble o más del salario normal— este modelo implicaría un incremento sustancial en los costos.
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), este esquema podría elevar los costos laborales hasta en un 38 por ciento. Este aumento sería especialmente sensible para las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), que representan el 96 por ciento del tejido empresarial del país y que tendrían mayor dificultad para absorber el impacto financiero.
Escenario 2: Contratación de personal adicional. Otra alternativa sería contratar más trabajadores para cubrir las horas que dejarán de laborarse por persona, con el objetivo de mantener los niveles de productividad. Bajo este modelo, el CEESP estima un aumento del 22 por ciento en los costos laborales. Aunque menor al del escenario anterior, sigue siendo significativo.
Además del gasto en salarios, este enfoque implica costos adicionales en capacitación, seguridad social y administración. Por ejemplo, en el sector retail se calcula que se requerirían aproximadamente 157 mil nuevos empleados para mantener la operación con jornadas de 40 horas, lo que representa una carga económica considerable.
Escenario 3: Estrategia mixta y mejoras en productividad. Un tercer escenario contempla una combinación de estrategias: reducción de jornada, contratación parcial y mejoras en productividad mediante tecnología y reorganización de procesos.
Estudios indican que la inversión en automatización, inteligencia artificial y capacitación puede mitigar el incremento en los costos laborales. No obstante, esta transición requiere tiempo y recursos, y muchas empresas, particularmente las MiPyMEs, podrían no tener la capacidad inmediata para implementarla.
Finalmente, el estudio del Instituto Adecco subraya el fuerte impacto que esta reforma podría tener en las PYMES. Según análisis del CEESP y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), una pequeña empresa con solo 10 empleados enfrentaría un costo adicional de hasta 432 mil pesos mexicanos anuales en concepto de horas extras.
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