Se tomarán en cuenta los comentarios y reflexiones de especialistas para diseñar leyes y transformar la vida de las personas con alguna neurodivergencia.
En el segundo día del Foro por los derechos a la salud, educación, trabajo y justicia de las personas autistas y con neurodivergencias, realizado en el Senado de la República, especialistas enfatizaron la importancia de incluir a estas personas en los centros de trabajo, no solo como un acto de justicia social, sino como una oportunidad para impulsar el desarrollo de las empresas.
Entre las neurodivergencias se encuentran el espectro autista, la dislexia, la dislalia y el síndrome de Tourette, entre otras. De ellas, el autismo representa uno de los mayores desafíos en términos de inclusión laboral: se estima que el 90 por ciento de las personas con esta condición enfrenta barreras significativas para acceder a un empleo. No obstante, destacan por su alto rendimiento en tareas que requieren observación minuciosa y reconocimiento de patrones.
La senadora Lorenia Iveth Valles Sampedro, del partido Morena, compartió que en Sonora se implementa un programa de capacitación para personas con neurodivergencias. Al concluir su formación, se les vincula con empresas interesadas en integrarlos al sector productivo.
Durante su participación, Carlos Sarmiento, director global de Diversidad e Inclusión en SBL, subrayó que las personas neurodivergentes poseen habilidades extraordinarias, como la creatividad estratégica, el pensamiento lógico y la capacidad de “hiperfoco”, que aún están subutilizadas en el entorno laboral.
“Estas cualidades no solo agregan valor a las instituciones, sino que también son claves para la innovación y el crecimiento. Hoy, una de cada siete personas es neurodivergente, y más del 50 % de la Generación Z se identifica o cree serlo”, señaló Sarmiento. “Esto implica que el futuro del talento laboral será neurodivergente, y las organizaciones que diseñen entornos inclusivos para aprovechar estas fortalezas serán las más productivas, rentables y humanas”, agregó.
Por su parte, Rubén Romo Esquivel, gerente de negocios para América Latina en Specialisterne, explicó que los procesos de reclutamiento actuales están diseñados bajo modelos neurotípicos, lo que genera una exclusión sistemática de personas con talentos diferentes. “Cuando un reclutador se encuentra con parámetros distintos en un candidato, tiende a descartarlo, y con ello se pierde la oportunidad de aprovechar cualidades únicas, verdaderos ‘superpoderes’”, afirmó.
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