Cuando hablamos de liderazgo normalmente se nos vienen a la cabeza grandes personas de la historia: Ghandi, Martin Luther King, o yendo al deporte un Pelé o un Messi. Es decir, siempre que pensamos en líderes que han cambiado la historia, son personas individuales las que destacan. ¿Será entonces que el liderazgo es algo solamente individual?

Si vamos a ejemplos en el mundo de las empresas exitosas aparecen personajes como Lee Iacocca, Steve Jobs y muchos otros que demostraron con sus características únicas y especiales que podían hacer una diferencia y destacar de manera significativa por sobre sus competidores.

Entonces, el peso de la historia nos hace pensar que, para tener organizaciones exitosas de manera sostenible en el tiempo, debemos tener la “suerte” de encontrar a esos líderes iluminados que harán la diferencia. La verdad es que en mi vida profesional me ha tocado conocer a algunos de esos líderes especiales, pero aprendí que hay una manera de lograr el éxito de manera sostenida sin tener que contar con la suerte de encontrarlos. Es aquí donde surge la “magia” del desarrollo sistemático del liderazgo colectivo en las organizaciones, donde una organización es capaz de construir una forma de vivir la compañía (Cultura) que permite que un colectivo (10, 20 ó 100 líderes) se apodere del destino exitoso de esa organización 

La pregunta es sin duda, cómo hacemos que ese colectivo piense de manera coordinada y alineada, donde entonces el resultado del conjunto es mayor que la suma de las individualidades. ¿Cómo logramos que las relaciones de los líderes entre sí sean simbióticas, donde por el hecho de estar juntos se agregan valor unos a otros? Soy una convencida de que esto es posible, y no porque lo haya estudiado, sino porque lo he vivido. 

Quiero en estas pocas líneas compartir con los lectores de este artículo cómo descubrí esta magia y como creo que se puede replicar de manera ordenada y sistemática. 

Lo primero es creer, tiene que haber un líder que crea que esto es posible y un equipo de Capital Humano que lo soporte y apoye. Ese líder tiene que estar en un momento de madurez donde esté dispuesto a perder poder y protagonismo en las decisiones de la compañía para ir entregándolas a su equipo.

Si logramos pasar esta primera barrera podemos empezar a fundar el camino sobre el mayor “pegamento” organizacional, y este se llama Confianza. Las organizaciones donde la gente confía son siempre más exitosas, cuando la gente confía en sí mismos, en sus pares, y por sobre todo en sus jefes la velocidad de la compañía se multiplica y mejor aún en la dirección correcta.

¿Si esto es tan obvio, entonces por qué no sucede tan frecuentemente? La respuesta muchas veces es la misma, EGO. Si hay algo que caracteriza a los seres humanos exitosos en algo es su ego, y muchas veces esto se transforma en la barrera paralizante para dar este salto mágico. Es precisamente aquí donde quienes hemos dedicado la vida a construir desde las personas tenemos la gran oportunidad de ser protagonistas e impulsoras de este gran cambio. Debemos primero nosotros construir esa confianza que nos convierta en ese “Pepe Grillo” (conciencia) de los líderes y entonces impulsar el cambio desde ahí. No reemplazamos a esos líderes inspiradores y exitosos, sino que los acompañamos en el camino de transferir esas capacidades a todo el equipo de líderes.

Cuando tenemos un líder que cree en este camino (por convicción o necesidad), un equipo de Capital Humano capacitado, un equipo ejecutivo hambriento de asumir nuevos desafíos y la confianza creada en la organización, podemos empezar a diseñar y acompañar este camino. Lo más lindo de esto es que se puede hacer de manera que todos los involucrados disfruten el camino y crezcan en el proceso.

A este camino más estructurado y sistemático lo llamó el Cuadro de Transformación Organizacional y como ven en el cuadro adjunto tiene los componentes que todos conocemos, la magia no está en agregar cosas nuevas, sino en cómo hacerlo realidad como un solo sistema. Es ahí donde se produce esa magia que hace que la compañía aumente su velocidad de evolución y crecimiento, y donde los resultados aparecen solos.

Cuadro de Transformación Organizacional

Lo más lindo de esto que les describo es que podemos hacerlo nosotros mismos, en nuestra realidad de país, industria o sector, sin recetas inventadas en otros lugares, sino que con modelos desarrollados para y por nosotros.

Esto es lo que hacemos en Performance by People, una iniciativa desde la que quiero devolver todo lo aprendido a quienes puedan necesitarlo.

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