De acuerdo con una encuesta realizada por OCCMundial, más de la mitad de los colaboradores en México trabaja en una empresa que cumple con todos los acuerdos laborales que ofrecía con su vacante, y más allá de lo establecido por la ley, reciben todo lo que se les prometió durante su contratación: buen ambiente laboral, beneficios, oportunidad de desarrollo y flexibilidad.

Sin embargo, no todos los trabajadores comparten esta experiencia positiva, toda vez que para 22 por ciento de los encuestados, sus empleadores no cumplen con los acuerdos relacionados a las actividades y condiciones laborales que ofrecían durante el proceso de contratación.

El 17 por ciento ha comentado que la empresa donde trabaja no cumple en su totalidad con lo ofrecido hasta antes de su incorporación, lo que impacta negativamente en su comodidad en el lugar de trabajo, su salud mental, su bienestar emocional y su equilibrio entre la vida laboral y personal.

El 4.0 por ciento dijo no estar seguro de que haya algún cambio o incumplimiento en las actividades laborales que se le ofrecieron al ser contratado.

En cuanto a aquellos que han visto cambios desde su contratación, el 51 por ciento ha experimentado un aumento de trabajo y responsabilidades sin recibir una compensación económica ni la posibilidad de crecimiento profesional.

Y es que es muy común que algunos líderes aprovechen el compromiso y potencial de algunos colaboradores para asignarles responsabilidades y labores que no están establecidas en su contrato.

El 27 por ciento de los encuestados ha indicado que no ha notado modificaciones en sus funciones y en caso de que sea así no afecta su nivel de satisfacción como colaborador.

No obstante, un 14 por ciento mencionó que sus horarios de trabajo se han visto alterados debido a las tareas laborales, lo que está teniendo un impacto negativo en su vida personal. Esta situación los ha llevado a comenzar la búsqueda de otro empleo.

Finalmente, el 8.0 por ciento restante ha destacado tres cambios notables en sus acuerdos laborales:

• La empresa para la que trabaja ha eliminado el Home Office y su trabajo es presencial. Esto ha resultado en un aumento de la carga de trabajo y en un desgaste diario.
• Han notado un incremento en la supervisión de sus actividades por parte de los líderes, lo que ha generado sensaciones de acoso y presión en su entorno laboral.
• Les han asignado tareas que no están dentro de las responsabilidades de su posición en la organización y no hay acceso a un ascenso o mejora salarial.

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