El objetivo: implementar un manejo forestal adaptado a las condiciones del lugar y garantizar la supervivencia de los 6 mil pinos.
Como parte de su Programa de Conservación de Bosques, la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM), realizó una reforestación en el cerro de Jicalán.
En un comunicado, la asociación informó que en junio pasado, se evaluaron las ventajas de aprovechar las arvenses —plantas que crecen de forma natural— pues contribuyen a retener la humedad, prevenir la erosión e incrementar la materia orgánica del suelo.
Meses después, el equipo regresó al predio para dar seguimiento y atender las inquietudes de la comunidad indígena de San Francisco Jicalán.
Además, se definieron acciones concretas para reducir riesgos durante la temporada de estiaje, tales como la construcción de cajetes de protección de 80 cm, la limpieza del área alrededor de cada pino, la eliminación del exceso de tierra en la base y la prohibición del uso de herbicidas.
En conjunto con la comunidad, se acordó preparar guardarrayas para proteger los árboles de posibles incendios forestales, una de las principales amenazas en la región. Estas acciones forman parte de un modelo de manejo forestal que integra el conocimiento local con las mejores prácticas técnicas, orientadas a la restauración ecológica y la preservación de los servicios ecosistémicos.
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