Solo el 10 por ciento de las empresas en México considera estar lista para adoptar políticas de transparencia salarial, mientras que el 58 por ciento se encuentra en proceso y el 32 por ciento aún no ha implementado cambios en sus estrategias. Así lo revela el Estudio Global de Transparencia Salarial 2025, desarrollado por Aon.
Los hallazgos muestran rezagos significativos en los procesos de reclutamiento y una limitada apertura al cambio. De acuerdo con el estudio, el 37 por ciento de las organizaciones mexicanas no ha mostrado avances en los últimos 12 meses, y el 60 por ciento enfoca sus esfuerzos únicamente en las zonas donde las regulaciones lo exigen.
“México está en un momento clave para transitar hacia una cultura de transparencia y equidad salarial sólida. Los datos muestran ajustes paulatinos que deben impulsarse con mayor rigor. De esta manera, las empresas fortalecen su propuesta de valor para el talento, construyendo confianza y promoviendo el crecimiento de todos los colaboradores”, señaló Omar Viveros, head of Human Capital para México, Caribe y Centroamérica en Aon.
En América Latina, sólo el 18 por ciento de las organizaciones se considera preparada para adoptar la transparencia salarial, cifra cercana al promedio global del 19 por ciento. Un 40 por ciento de las empresas de la región admite no estar lista, mientras que el 42 por ciento se encuentra en proceso de preparación.
El estudio también señala que el 31 por ciento de las organizaciones latinoamericanas no ha mejorado su nivel de preparación en el último año. Actualmente, el 36 por ciento publica bandas salariales durante los procesos de selección y el 61 por ciento cuenta con un sistema sólido de evaluación de puestos, que utiliza de forma consistente.
La mayoría de las empresas en la región responden a las regulaciones de forma selectiva y reactiva, en lugar de adoptar estrategias integrales. De hecho, el 49 por ciento aplica los requisitos de transparencia únicamente en las geografías donde la ley lo exige, sin extender las políticas a toda la organización.
En Latinoamérica, el principal motor para implementar prácticas de transparencia salarial es mejorar la propuesta de valor para los empleados, seguido del cumplimiento normativo —que es la prioridad en otras regiones del mundo— y de la alineación a los valores corporativos, en tercer lugar.
Aunque la regulación en la materia se considera un factor clave para impulsar la equidad salarial, solo el 26 por ciento de las empresas ha realizado un análisis de equidad en los últimos 12 a 18 meses. Entre ellas, el 80 por ciento identificó brechas salariales que requieren intervención.
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