Según Enrique Baleriola, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), vivimos inmersos en una cultura de disponibilidad permanente: se da por hecho que debemos estar pendientes del trabajo y del correo electrónico las 24 horas del día, los siete días de la semana. Esa presión genera sentimientos de culpa y ansiedad cuando intentamos desconectar.
Desconectar tampoco resulta sencillo, añade Baleriola, porque la carga laboral suele ser tan alta que a menudo no logramos dejar todo resuelto antes de las vacaciones. A ello se suman el perfeccionismo y la dificultad para delegar, factores que complican “el cambio de chip”. Su consejo: planificar cuidadosamente las últimas semanas de actividad y reservar los cuatro o cinco días previos al descanso para tareas más mecánicas.
Pese a la cultura de la inmediatez, el profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, Manel Fernández Jaria, recuerda que durante las vacaciones el trabajador tiene derecho a no responder mensajes, llamadas ni ninguna otra comunicación laboral, amparado por la llamada ley de desconexión digital ya vigente en varios países latinoamericanos y en discusión en otros.
Este derecho protege el descanso, los permisos y las vacaciones, así como la intimidad personal y familiar, y busca evitar que la hiperconectividad prolongue la jornada y perjudique la salud y el bienestar del empleado.
Para facilitar una desconexión efectiva —tanto antes de las vacaciones como en el regreso—, Fernández Jaria propone una serie de recomendaciones prácticas.
1. Planifica con antelación:
● Solicitud de vacaciones: asegúrate de pedir las vacaciones con suficiente antelación. Es importante obtener la aprobación de tu superior o del departamento de recursos humanos y una buena coordinación con el equipo de trabajo.
● Calendario: revisa el calendario de proyectos y tareas para evitar solapamientos importantes con acontecimientos o plazos críticos.
2. Comunícalo a tus compañeros de trabajo y clientes:
● Aviso previo: informa a tus compañeros de trabajo, a los clientes y a otras partes interesadas de tus fechas de vacaciones con tiempo suficiente.
● Mensaje automático: configura un mensaje automático de correo electrónico indicando que estás de vacaciones, la duración de las vacaciones y con quiénes pueden contactar en caso de urgencia.
3. Delegación de tareas:
● Asignación: asigna tus tareas urgentes a un compañero de trabajo de confianza que pueda gestionarlas durante tu ausencia.
● Instrucciones: proporciona instrucciones claras y detalles necesarios para la realización de las tareas delegadas.
4. Finaliza las tareas pendientes:
● Priorización: acaba las tareas más urgentes e importantes antes de irte. Esto evitará que se acumulen tareas y estresen a tus colegas.
● Documentación: deja la documentación clara y detallada sobre los proyectos en curso para que los demás puedan seguirlos fácilmente.
5. Preparación para el retorno:
● Agenda: organiza tu agenda para tu retorno, planificando reuniones y tareas de forma que tengas tiempo suficiente para ponerte al día. Al volver, programa una agenda que no sea demasiado exigente y procura empezar a mitad de semana; la reentrada tiene que ser programada y progresiva, es importante ir haciendo el cambio de vacaciones a trabajo a un ritmo progresivo.
● Mensajes y correos: establece un tiempo para revisar los correos y los mensajes acumulados durante las vacaciones. Esto te ayudará a priorizar las tareas al volver.
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