La prosperidad compartida se logra con políticas que entiendan las diferencias entre sectores y regiones. Plan México lo dice claro: nadie debe quedarse atrás. Por eso, necesitamos una transición que apoye a quienes ya operan al límite.
La reducción de la jornada laboral podría representar un avance en los derechos laborales del país; sin embargo, su aplicación uniforme, sin tomar en cuenta las diferencias entre sectores —primario, secundario y terciario—, así como el tamaño de las empresas, comprometería la estabilidad de los negocios y el sustento de millones de personas.
Bajo esta premisa, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO SERVYTUR) y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) presentaron los resultados de la Encuesta Jornada Laboral 2025, con hallazgos que reflejan las preocupaciones del sector productivo:
Entre las principales preocupaciones destacan el incremento de los costos laborales —incluidos impuestos—, la afectación a la atención al cliente y la posible pérdida de empleos.
“Desde nuestra organización cúpula, enfatizamos que no todas las actividades pueden adoptar el mismo esquema laboral; no es lo mismo una planta manufacturera con turnos, que un restaurante con 50 personas trabajadoras, una tienda de barrio o un pequeño hotel, con atención extendida al público que emplea de 1 a 10 personas”, puntualizaron ambas organizaciones en un comunicado conjunto.
Subrayaron que cualquier cambio en la jornada laboral debe considerar la realidad operativa de las micro, pequeñas y medianas empresas familiares, con el fin de no comprometer su funcionamiento ni su competitividad.
Actualmente, los sectores representados por CONCANACO SERVYTUR —comercio, servicios y turismo— generan 65 de cada 100 empleos formales en México. Por su parte, la industria manufacturera, impulsada por CANACINTRA, representa el 29% del sector industrial, equivalente a un 5% del empleo formal nacional. En conjunto, ambas organizaciones agrupan al 70% del empleo formal del país, sosteniendo a millones de familias mexicanas.
Para una implementación equitativa y sostenible de la reducción de la jornada laboral, proponen tres ejes clave:
“Para que la reducción de la jornada laboral sea viable, debe acompañarse de medidas complementarias que impulsen la competitividad y el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas familiares. Entre ellas destacan el acceso a financiamiento, subsidios al empleo, reducción de impuestos, capacitación, simplificación administrativa y fortalecimiento del comercio local”, enfatizaron ambas organizaciones.
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