A decir de Israel Flores, director de Retiro de la firma especializada en gestión de riesgos, corretaje de seguros y asesoría, WTW, la modificación acordada en diciembre de 2020 al Seguro de Cesantía y Vejez, establecido en la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), aunque de manera gradual, traerá consigo un incremento en los costos indirectos de nómina a partir del próximo año.

Esto, puntualizó, no necesariamente representa mejoras significativas en los beneficios por jubilación que el Instituto otorgará en esta década.

El incremento de Cesantía y Vejez será financiado exclusivamente por el patrón, cuyas cuotas patronales pasarán de un 3.15 por ciento a un 11.87 por ciento del Salario Base de Cotización al IMSS, indicó el especialista.

De esta forma, la cuota patronal de Cesantía y Vejez, en comparación con la cuota del 2022, se incrementará a partir del 2023 en un 34 por ciento y alcanzará un 280 por ciento en 2030, llegando a ser la cuota de mayor costo económico para las empresas.

“El incremento gradual de las cuotas de Cesantía y Vejez impactará los costos del total de las cuotas patronales al IMSS. El incremento esperado anual para el 2023 será de aproximadamente 6.0 por ciento anual y se prevé alcance en el 2030 un 43 por ciento acumulado con relación a las cuotas patronales que existirían si no hubiera un cambio”, señala el directivo.

Aclaró que el impacto total sobre los costos indirectos de nómina dependerá de las prestaciones que tenga la empresa y del Salario Base de Cotización de sus colaboradores.

El vocero de WTW consideró que la reforma a la Ley del IMSS traerá consigo mayores beneficios a las nuevas generaciones de jubilados de la Ley de 1997, sin embargo, esa ganancia dependerá del número de años que cotice el trabajador en el nuevo esquema de contribuciones, ya que la gradualidad del incremento en las cuotas impactará más positivamente en la gente más joven, que en aquellos que están más cercanos a su retiro.

Flores puntualizó que el cambio en el Seguro de Cesantía y Vejez no necesariamente representa un detonante para cambiar la filosofía que tienen las empresas en relación con el otorgamiento de los beneficios al retiro de sus colaboradores.

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