El bienestar de los empleados de cualquier organización tiene un fin en sí mismo, pero la mayoría de los empleadores quieren saber si hay algún beneficio relacionado con él, beneficios que contribuyan a la productividad de los empleados y al desempeño de la empresa.

Todo esto se debe al hecho aparente de que mejorar el bienestar de los empleados es un asunto que requiere muchos recursos.

Entonces, la pregunta principal es simple: ¿vale la pena? Nuestras investigaciones y el Informe de política global de felicidad y bienestar de 2019 muestra que lo es.

Correlación entre bienestar y productividad

En primer lugar, sí que existe una relación positiva entre dos factores críticos: la productividad y el bienestar. Parece que los dos están en gran correlación y la evidencia creciente apunta al hecho de que existe un efecto causal, es decir, que la productividad es un resultado directo del bienestar de los empleados.

Los experimentos más recientes y la evidencia obtenida apuntan al hecho de que un aumento significativo en el bienestar de los empleados produce un incremento en la productividad de alrededor del 10 por ciento en promedio.

Correlación entre bienestar y rendimiento empresarial 

Además de la conexión descrita anteriormente, la evidencia también apunta a una relación entre bienestar y rendimiento agregado, una medida de desempeño a nivel de empresa. Las cifras son similares en todos los tipos de industria, por lo que no es un efecto causal específico de la industria en la que se opera.

Esta relación beneficia principalmente a las áreas de satisfacción del cliente y rotación de personal, y ambas impulsan la rentabilidad general.

Además de todo eso, las empresas públicas que tienen una fuerza laboral feliz tienden a tener un mejor desempeño en el mercado de valores que aquellas que no trabajan para mejorar el bienestar de los empleados.

Lo que deberíamos hacer 

Las correlaciones discutidas anteriormente apuntan a la necesidad de una medición consistente del bienestar de los empleados. Se debe informar ampliamente sobre estas mediciones, así como sobre los resultados en productividad y desempeño de la empresa.

Todas las intervenciones que vayan a tener como objetivo aumentar la productividad de los empleados deben apuntar a palancas críticas del bienestar de los empleados. Aquí tenemos un punto de partida:

1. Poner foco en las relaciones sociales en el trabajo, sobre todo aquellas entre empleados y sus supervisores.
2. Hacer que los trabajos sean más interesantes para todos los empleados.
3. Esforzarse por mejorar el equilibrio entre la vida personal y laboral.

Si le queremos dar un rigor científico y maximizar el impacto, los resultados de todas las intervenciones intentadas deben evaluarse rigurosamente para determinar su efectividad general y su costo-efectividad. Eso se puede lograr mediante ensayos controlados aleatorios, que es el método ideal.

Además, es necesario registrar los costos para identificar las mejores intervenciones con respecto a su rentabilidad.

Al final, los resultados deben compartirse públicamente, ya que es la mejor manera de crear y potenciar el intercambio de conocimientos y el aprendizaje.

Si todo esto se hace correctamente, entonces las correlaciones discutidas se probarán empíricamente. Luego, la empresa puede comenzar a implementar los métodos que fueron los más rentables para mejorar el bienestar de los empleados y al mismo tiempo mejorar su productividad y el desempeño de la empresa en áreas cruciales.

Especialmente tras COVID19, la felicidad y el bienestar se van a convertir en claves para crear empresas, comunidades y sociedades prósperas en las que todos podas alcanzar nuestro máximo potencial, a nivel personal y empresarial. Animo a todos los lideres empresariales a tomar acciones encaminadas a hacer realidad un mundo con más felicidad para todos.

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